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Sexo: me acosté con mi mejor amigo



Tal vez no fue más que un desliz o quizás, una revelación insospechada; te damos algunas puntas para resolver distintas situaciones y plantearte ¿existe la amistad entre el hombre y la mujer?
Resulta que un día te das cuenta de que tu mamá y todas las chusmas del barrio tenían razón con respecto a tí y a Josecito, ese al que conoces desde los cinco años, ese que se sacaba los mocos y te los pegaba en el pelo, el cómplice de cuando decías que ibas a bailar con él y salías con un desconocido, el que te escuchó quejarte de tus penas y celebrar tus glorias, el que ayer... ¡te curtiste!
Lo primero que aparece es un tímido: "Qué loco, ¿no?, ¿quién lo diría?". Tal vez un poco de debate interno, del estilo: "Y tanto que defendí que sí existía la amistad entre el hombre y la mujer. ¿Estaba equivocada o esto es una pavada y no tiene nada que ver con las sentencias universales?".
El tema es que, después, llega el momento en el que "taza, taza, cada uno a su casa", y entonces viene la parte más incómoda: "¿Lo saludo con un beso en la mejilla o en la boca?, ¿mejor le doy un beso seco, como cantaba Silvia Süller?, ¿le digo que la pasé bien o le hablo de lo loco que está el tiempo últimamente?, ¿me llamará mañana?"....
Pero bueno, tampoco es que lo que te está pasando sea de una extrañeza absoluta. Por algo se hicieron tantas películas sobre el tema. Como Cuando Harry conoció a Sally o Amigos con derechos (¿esa no la habías ido a ver con él?).
Fuente: Derf